A la basura ...
Pero no tan rápido! Con las LiPo esto no es tan sencillo.
Por lo general, cuando se agotan las pilas de una linterna o
una radio portátil (las comunes, no recargables), las
arrojamos al tacho de basura sin más trámite. Eso
actualmente es posible ya que ahora los componentes y las
cantidades de los mismos con que están fabricadas así lo
permiten. Si el lector lo desea, ese tema lo puede ver
detalladamente en: http://www.tuverde.com/2009/09/pilas-claves-sobre-como-manejarlas-hoy-por-un-especialista/
En el caso de las LiPo la situación es más peligrosa.
Imaginen a alguna de esas personas que vienen (en la Ciudad
de Buenos Aires y en algunos otros lugares) todas las noches
a desparramar y revolver el contenido de las bolsas de
residuos que sacamos a la calle, que se ponga a manipular
una LiPo y se produzca una reacción química violenta, a los
pocos minutos tendremos un patrullero en la puerta de casa y
seguramente vamos a pasar un mal rato.
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Estos son los resultados de distintos accidentes
ocasionados por un mal manejo de las LiPo.
Las imágenes fueron subidas a un conocido Foro
de R/C americano |
Por eso he recopilado algunas recomendaciones de los
entendidos sobre el procedimiento adecuado para
“esterilizar” las LiPo que “no van más” y también he
complementado con algunas impresiones personales que surgen
de la lectura de los informes técnicos y las distintas
experiencias que se han subido a Internet.
Como advertencia inicial, de lo visto surge la recomendación
de que los aeromodelistas se informen detalladamente sobre
lo que hay que hacer en estos casos ANTES de
comenzar a usarlas. Una vez frente a la situación concreta,
las demoras haciendo consultas o directamente hacer lo que
uno piensa que es lo mejor, puede desembocar en situaciones
peligrosas. A efectos del tratamiento a aplicar, vamos a
enfocar el tema según el lugar donde se detecta la LiPo con
problemas, ya sea en el campo de vuelo o en casa.
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Este aeromodelista, que había estrellado su
modelo contra el suelo, simplemente colocó los
restos del mismo en su vehículo… |
Siempre convendría tener un matafuego a mano… |
En el campo de vuelo
Si en una LiPo se detecta algún síntoma de avería
(pronunciada hinchazón, temperatura muy alta que impide
tocarla, fractura de alguna celda o rotura de su envoltorio
de aluminio, emisión de humo u olor extraño y fuerte) no
debería ser transportada a
casa sino descargada totalmente (de ser esto posible) y
descartada en el mismo lugar. Los clubes deberían colocar
carteles informativos al respecto, indicando el
procedimiento a seguir.
Como el aeromodelista en general es muy habilidoso, puede
haber alguno que se sienta tentado a investigar qué fue lo
que le pasó a la batería “que hasta ayer andaba
perfectamente” o bien otro que considere la posibilidad de
separar las celdas agotadas o averiadas para aprovechar las
restantes, queaparentemente todavía
son útiles. Estas manipulaciones son una práctica peligrosa
que puede llevar a situaciones de riesgo. Aunque
no son baratas, el costo de una batería no justifica correr
el riesgo de tener un accidente.
Los clubes podrían tener a disposición de los socios un
juego de lamparitas de auto con clips y/o conectores que
serían utilizados para descargar totalmente estas baterías,
salvo que el deterioro sea importante (impacto contra el
suelo u otra situación que la haya colocado en situación
deplorable) en cuyo caso intentar esta descarga previa es
desaconsejable. Hasta 3 celdas se utilizará una lamparita de
stop de auto, con más de 3 se colocarán dos en serie, cuando
deje/n de emitir luz, nos indicará que la batería está
totalmente agotada. No hace falta recordar que las LiPo
toman temperatura durante la descarga, por lo que se
colocarán sobre una superficie ignífuga. Finalizada esta
instancia, si se lo desea se pueden rescatar los conectores,
aunque su costo no es excesivo. Luego la batería será
empaquetada con dos o tres bolsas plásticas y encintada.
Resultará necesario que el club asigne un lugar apartado
específicamente destinado al depósito de las LiPo
descartadas, un tacho de 20 litros de capacidad ubicado en
una zona abierta y alejada sirve para cumplir este objetivo.
Ese lugar debe estar adecuadamente identificado con carteles
de alerta, ya que los componentes químicos son elementos
peligrosos.
Posteriormente, una vez que en
ese depósito se ha acumulado una cantidad determinada de
baterías, las autoridades del club deberían ejecutar una
serie de medidas, que veremos más adelante, con el objeto de
llevar a cabo la disposición final de las mismas sin afectar
el medio ambiente.
Existen en la bibliografía métodos que apuntan a hacer la
descarga a fondo de las LiPo y neutralizar sus componentes
químicos, manteniéndolas sumergidas en agua con sal durante
varias semanas, aunque hay experiencias en las que este
mecanismo no tuvo el ciento por ciento de efectividad. Pero
de todas maneras, como por su ubicación geográfica los
campos de vuelo no están conectados a la red cloacal
pública, cualquier alternativa que se adopte para desechar
el agua resultante significará lisa y llanamente contaminar
el medio ambiente, por lo que no
es oportuno aplicar este método en los clubes.
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Aquí apreciamos como colocar la batería en el
fondo del recipiente y mantenerla totalmente
cubierta de agua salada. |
Inmersa la batería en el agua salada, los
extremos de los conectores comienzan a emitir
burbujas. |
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Al
cabo de mantenerla varios días sumergida y con
la envoltura pinchada, la LiPo ha soltado
bastante espuma. |
Un
aficionado norteamericano decidió desarmar una
LiPo (no se recomienda realizar estas prácticas)
que había mantenido en agua salada, sin
pincharla, y descubrió que una de las celdas del
pack, prácticamente no había perdido nada de su
carga inicial. Como ha habido otros casos
similares, hay quienes consideran que este
método no está en condiciones de asegurar la
descarga de las baterías. |
Por otro lado hay un documento, transcrito en el “Anexo” de
esta nota (su lectura es muy ilustrativa), que describe una
acabada forma de proceder a la disposición final de pilas
agotadas, evitando agredir al medio ambiente. Del mismo
hemos extraído los conceptos básicos y realizamos una
adaptación más sencilla y económica para llegar
prácticamente a los mismos resultados. Seguidamente
detallamos al que podemos denominar “Método APUCA para
desechar LiPos”.
Se prepara mezcla (3 a 1) de arena y cemento. En el fondo de
un balde de albañil se coloca una capa de la mezcla de unos
5cm de espesor, de consistencia no muy chirle sino bien
cremosa. Sobre la misma se depositan las baterías a
descartar, procurando que ninguna quede cerca de las paredes
del balde. Luego se termina de llenar el balde con la mezcla
hasta que queden totalmente sumergidas en la misma. Se
presume que estos operativos no serán muy frecuentes y que
para reunir la cantidad de baterías descartadas suficiente
para llenar el balde probablemente sea necesario esperar
varios meses.
Ahora se presentan dos opciones. Una de ellas es enterrar el
balde, pero esto no es recomendable ya que por las rajaduras
que pueden producirse, y que no serán vistas, se introducirá
la humedad del suelo y difundirán los tóxicos en toda la
tierra circundante. La otra es dejarlo en un lugar apartado
del campo de vuelo, con carteles de advertencia para los que
se sientan tentados a andar “cirujeando” por ese lado. No
hay que intentar desmoldar el contenido del balde, ya que el
bloque de cemento se romperá (si no ocurre de inmediato
sucederá más tarde) arruinando todo el trabajo.
Periódicamente se inspeccionará el “cementerio” para reparar
algún balde o bloque de cemento rajados como consecuencia de
su exposición a la intemperie.
El objetivo final queda bastante claro, como los
componentes químicos de las baterías “muertas” aún siguen
siendo tóxicos (y así seguirán durante muchos años), deben
ser mantenidos alejados de la naturaleza, demostrando una
actitud responsable hacia el suelo y hacia quienes lo
habitarán en el futuro.
En casa
El síntoma habitual de que cualquier batería recargable “no
va más” es cuando “no agarra carga” o bien, una vez
totalmente cargada, la descarga se produce muy rápidamente.
En el caso de las LiPo también se suman los síntomas que
hemos detallados más arriba y como estamos en casa podemos
aplicar algunos métodos para “desactivarlas”
lo más posible.
En primer término le conectaremos la/s lamparita/s a la que
ya nos hemos referido anteriormente. Esto también se puede
hacer con un descargador electrónico, pero como estos
aparatos están diseñados para ser usados durante la vida
útil de baterías en buen estado, las descargan solo hasta determinado
umbral inferior, precisamente para protegerlas.
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Sencillo
dispositivo para descargar la LiPo a través de
una lamparita de stop de auto. |
En
recipientes como este económico balde de
albañilería “descasarán en paz su sueño final”
las LiPo que hayan decidido dejar de prestarnos
sus valiosos servicios. |
Rescatar los conectores es optativo. El método del agua
salada, si bien no ha probado un 100% de efectividad, es de
ayuda para nuestro objetivo, descargará parcialmente la
batería (no hay seguridad del porcentaje de descarga que se
logrará) y neutralizará en parte (tampoco hay seguridad de
la proporción) algunos de los elementos tóxicos. Para ello
se coloca/n la/s batería/s en un recipiente que se ubicará
al aire libre y alejado, sumergida/s en unos 10 a 15 litros
de agua con sal en la proporción de media taza de sal por
cada cuatro litros de agua. La cantidad de agua obedece a la
intención de lograr una mayor dilución de los componentes
tóxicos, con menos agua, mayor concentración tóxica.
Así se mantendrán por lo menos por dos semanas, vigilando
periódicamente y reponiendo el agua (solo el agua) que se
haya evaporado. Luego, sin necesidad de retirarlas del
recipiente, usando una varilla larga con punta afilada se
perforará la
envoltura de las celdas, y allí se las dejará por otro par
de semanas. Al cabo de ese tiempo se dará por terminado el
tratamiento. La acción de perforar la envoltura y permitir
que el agua actúe sobre los componentes de la misma
contribuye a la descarga de la batería. El agua utilizada se
descartará en el sistema cloacal directamente vía inodoro,
en la red pública la misma se mezclará con la gran cantidad
de desechos líquidos y no líquidos que se incorporan
constantemente al sistema, por lo que se producirá una
poderosa disolución del contaminante y el daño ecológico que
provoquemos será infinitamente pequeño.
Por su parte la/s batería/s será/n empaquetada/s con dos o
tres bolsas plásticas gruesas y, en el próximo viaje al
club, se depositarán en el recipiente destinado a ellas al
cual nos hemos referido anteriormente. La otra opción es
colocarla/s en botellas plásticas debidamente empaquetadas y
encintadas, y sacarlas a la calle junto con la basura
domiciliaria. Pero esta alternativa no es recomendable ya
que es de público conocimiento que no existe un eficiente
sistema de separación y reciclaje de este tipo de residuos
(más allá de planes e intenciones al respecto) por lo que en
algún momento el destino probable sería contaminar el medio
ambiente.
Conclusiones
Hasta hace pocos años las LiPo eran una rareza, hoy día son
de lo más comunes y es seguro que la avalancha seguirá en
ascenso. Estas líneas (que por supuesto están abiertas a
toda propuesta mejoradora) procuran ilustrar sobre algunos
riesgos de estas modernas tecnologías, generando conciencia
sobre ellos y brindando pautas concretas de procedimientos
que pueden ser adoptados para neutralizarlos. En esta
instancia las autoridades de los clubes se encuentran
ubicadas en la posición ideal para jugar un papel relevante
sobre este tema, brindando a los socios la información
necesaria y las facilidades para concretar medidas
destinadas a evitar riesgos de accidentes y proteger el
medio ambiente.
Anexo
Transcribiremos las partes pertinentes de un trabajo subido
a Internet por el Grupo Capital SA (GCSA), una entidad
dedicada a aportar al crecimiento y desarrollo de las
comunidades. Se trata de un plan completo de recolección,
tratamiento y disposición de pilas y baterías. Este trabajo
ha sido tomado como modelo para desarrollar el “Método APUCA”
antes descripto, mucho más económico y simplificado y
prácticamente con los mismos resultados.
Con todas
las pilas... usadas...
(http://www.lineacapital.com.ar/?nota=63)
Son altamente contaminantes, pero hay formas de evitar que
afecten el medio ambiente, solo hay que tomar la decisión de
promover campañas de concientización y recrear centros de
recepción de pilas usadas
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
Objetivos
Dar una respuesta definitiva y segura al problema que
representa la disposición de pilas usadas, que son residuos
de alta toxicidad y por lo tanto peligrosos.
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
Tratamiento - Disposición final
El tratamiento de pilas en desuso consistirá
fundamentalmente en obtener un mecanismo que asegure que no
se producirá contaminación por lixiviación.
El proceso electroquímico de las pilas no se agota cuando
esta deja de entregar energía suficiente sino que continúa
produciendo corrosión por diferencia de potencial, que
deriva de la envolvente metálica. De este modo los iones de
metales pesados pasan a formar parte del lixiviado.
En tal sentido se diseñará un sistema que cuente con cinco
barreras de seguridad, conformadas por el uso de tres
componentes:
Compuesto químico que neutralice, inhibe y secuestre
posibles pérdidas de los metales pesados que contienen las
pilas. (En adelante “el secuestrante”)
Bolsas de polietileno de alta densidad, termo selladas.
Claustro (bloque de hormigón, relleno de tubo de 110 mm PVC
polivinilcloruro, etc.
Pasos del tratamiento
Los pasos del tratamiento, con los cuales se obtendrán las
cinco barreras de seguridad, serán los siguientes:
1. Se tomará una cantidad aproximada de cincuenta pilas,
introduciéndolas en una bolsa pequeña y se volcará en su
interior polvo secuestrante en cantidad suficiente para que
las pilas queden cubiertas totalmente. (Secuestrante 1ra
barrera-Bolsa termo sellada 2da barrera).
2. Se colocarán de tres a cinco bolsas pequeñas en una bolsa
mayor, repitiendo el vuelco del polvo secuestrante en su
interior, realizando el posterior termosellado. (Secuestrante
3ra barrera-Bolsa termo sellada 4ta barrera).
3. La bolsa grande se introducirá en un molde para la
construcción del bloque de hormigón, previniendo que
mantenga una distancia apropiada de sus caras superior e
inferior como así también de sus laterales, recomendándose
que sea como mínimo de cinco centímetros la distancia con el
exterior del bloque terminado. Para esto se deberá realizar
un primer vuelco de material, vibrarlo, verificar el espesor
resultante, introducir la bolsa y completar la carga,
rasando por último la cara superior. (Bloque de hormigón 5ta
barrera).
Una vez terminado el tratamiento, la disposición final se
referirá al uso posible de los bloques de hormigón y de
tubos PVC rellenos.
Se deberá tratar a dicho tubo como material peligroso, por
lo tanto se almacenará en un lugar seguro o bien se lo usará
como relleno en obras de construcción que aseguren su
permanencia "eterna".
Cabe destacar finalmente que el proceso de tratamiento
deberá ser llevado a cabo por personal idóneo en el manejo
de residuos peligrosos, debiéndose capacitar para tal fin.
Equipos e Insumos necesarios para el tratamiento
-Máquina envasadora Modelo H 400 Lipari (consumo 400 W,
Selladora tipo horizontal)
-Anteojos de seguridad policarbonato
-Guantes de látex descartables
-Guantes de policloropreno resistentes a ácidos y solventes.
-Cucharas plásticas dosificadoras para 100 gr y 50 gr.
-Protectores respiratorios buconasales.
-Delantales atóxicos amarillo-blanco de 0.90 y 1.10 mm.
-Mamelucos Grafa
-Potes de Plásticos
-Folletos y calcomanías
-Formulación del secuestrante para 10 Kg.
-Cal (hidróxido de sodio): 50 % - 5 Kg.
-Cemento: 49.25% - 4.925 Kg.
-EDTA (ácido etilentetracetico disodico): 0.5% - 0.05 Kg.
-Tartracina: 0.25% - 0.025 Kg.
-Tiene que quedar en claro que:
A - Es un acondicionamiento. El problema de fondo no está
solucionado.
B - Son residuos peligrosos y por lo tanto, desde el momento
en que se las empieza a juntar tienen que ser manipuladas
por personal con la precaución correspondiente. Los ideal es
que se haga en escuelas técnicas, y bien asesoradas,
empleando todos los procedimientos técnico-legales del
manejo de residuos peligrosos.
C - Queda claro que "no eliminamos ni reducimos el contenido
de contaminantes". Por lo tanto, la disposición no es final
sino transitoria. Los bloques tienen que quedar a buen
resguardo, para ser tratados en algún momento. Bajo ningún
concepto se pueden usar como elementos de construcción, ni
para postes, ni nada que en algún momento pueda ser
demolido.
(www.eco-sitio.com.ar)
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